No te preocupes si en un momento determinado te da la sensación de que has cambiado tus planes en unos segundos y ves tu mundo patas arriba... no es necesariamente malo.
La clave, yo creo que está en no mirar atrás. Una vez hayas elegido no mires hacia las opciones que descartaste, porque de esa forma es más probable que te equivoques..
Recuerda, también que nada está perdido totalmente; siempre puedes rectificar. Debes equivocarte, si no, ¿dónde estaría lo gracioso de la vida?
Y sobre todo nunca olvides que es tu vida, nadie puede decidir por ti. Tienes que ser capaz de equivocarte y aprender tú solo... creo que a eso es a lo que llaman madurar.
"¿A qué viene este sermón de la montaña?"-os estaréis preguntando.
Pues viene a que este iba a ser un año de muchos cambios, decisiones etc.
Hoy he tenido que ir a hacer la prematrícula para el colegio del próximo año. Había varias asignaturas sobre las que llevaba mucho tiempo estando en duda, pensando...
En pocos minutos y tras haber hablado con solo dos personas he tomado la decisión.
Puede que los argumentos que he buscado sean los que quería oír, puede que me equivoque (lo dudo) ..
Solo el tiempo lo dirá, veremos.
Creo que he elegido bien, eso es suficiente: estar seguro. Y si no, oye, tengo hasta el 30 de septiembre ;)
Besitos maduros desde mi armario casi de verano.
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